En esta ocasión tomamos como punto de partida un proyecto existente el cual  hubo que adaptar a los criterios de diseño de estándar Passivhaus, realizando tanto funciones de proyectistas como de dirección facultativa, modificando íntegramente sus características constructivas, instalaciones así como su morfología exterior y distribución interior.

La vivienda de 480 m² construidos se adapta un terreno con fuerte pendiente, contando con su planta baja semienterrada de la que emergen tres cilindros forrados de placas de corcho natural, dos pertenecientes a la envolvente pasiva y el tercero destinado a biblioteca fuera de la misma.

Para el modelado energético de la vivienda utilizamos la herramienta del Passivhaus Institut, el PH Design, gracias a la cual pudimos representar correctamente las caras de los cilindros y asignar a las mismas sus orientaciones correctamente.

Como sistema de climatización y producción de ACS la vivienda cuenta con un

sistema de aerotermia combinado con baterías de agua incorporadas a sendos recuperadores de calor Zehnder Comfoair 350 ubicados en el interior de la envolvente que aportan a la vivienda la potencia necesaria de calor y frio para mantener las óptimas condiciones de confort interior.

Esta casa pasiva cuenta a su vez con producción de energía fotovoltaica que le otorga un nivel de autosuficiencia energética del 30 % de su consumo global de energía  anual.

La construcción de esta vivienda ha reducido al máximo el uso del hormigón, presente solamente en muros de contención de tierras y cimentación, prevaleciendo tanto la madera del entramado ligero en muros como en sistemas porticados.

Por deseo expreso del promotor el atrio de acceso cuenta con un jardín interior que participa activamente en la calidad de aire y el confort interior de la vivienda, siendo un perfecto ejemplo de vivienda bioclimática con criterios Passivhaus.